Novecientos treinta gramos. Ese, con todas las letras, es el principal argumento del Acer Swift 5, un ultraportátil que apuesta por el peso sobre todas las demás cosas. No importa tanto la potencia, no importa tanto la batería: aquí lo importante es que casi no notas que te lo llevas de paseo.
Esa es la apuesta de este equipo de Acer, que vuelve a apostar por un segmento que de repente es mucho más accesible en precio y que sin ser brutal en prestaciones sí cumple de forma decente con sesiones de trabajo no demasiado exigentes. Y ante todo cuidado cuando lo cojas: pesa tan poco que probablemente te puedas llevar un susto por esa ligereza. Veamos si del susto pasamos a la sorpresa.
Acer Swift 5, especificaciones técnicas
El renovado Acer Swift 5 adopta un procesador de bajo consumo de la octava generación de micros Intel Core de Intel, y el fabricante acompaña esa apuesta de 8 GB de RAM (LPDDR3) y de una unidad SSD SATA 600 de 256 GB, un buen ‘pack’ para un equipo con esta orientación.
Acer Swift 5 | |
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Pantalla | LCD IPS 14 pulgadas Full HD multitáctil (157 ppp, brillo, 16:9) |
Resolución | 1.920 x 1.080 puntos |
Procesador | Intel Core i7-8250U a 1,6 GHz (hasta 3,4 GHz, 14 nm, 4 núcleos / 8 hilos, TDP 15 W) |
Gráficos | Intel UHD Graphics 620 |
RAM | 8 GB LPDDR3 |
SSD | Micron 1100 256 GB M.2 |
Versión S.O. | Windows 10 Home |
Conectividad | WiFi 802.11ac Dual Band / Bluetooth 4.2 1 x USB-C (USB 3.1 Gen 1), 2 x USB 3.0, toma de auriculares, HDMI, lector de huella |
Dimensiones | 329 x 228 x 14,9 mm |
Peso | 930 g |
Batería | 34 Wh, 4670 mAh |
Precio | 879 euros |
En esa hoja de características hay un dato que preocupa y otro que asombra. El primero, el de su batería, que cuenta con una capacidad de 34 Wh que se antoja corta si lo que un usuario busca es una gran autonomía. El segundo, el peso, absolutamente asombroso, más teniendo en cuenta que estamos ante un equipo con una pantalla de 14 pulgadas.
Un peso pluma con un diseño elegante
Negro, por fuera, negro por dentro. Salvo por la bisagra y el logo dorados de Acer en la parte superior, eso es lo que veremos en este ultraportátil de Acer que no destaca tanto por su aspecto exterior como por un peso fantástico de tan solo 930 gramos.
Esa es la característica que define a este equipo de Acer, la que la dicta muchas de sus prestaciones y rige, para bien o para mal, su comportamiento. En ese diseño manda la aleación de litio-magnesio de la mayor parte del chasis, aunque en algunas partes como los marcos interiores sí contamos con un material plástico.
Es curioso como aquí Acer logra un peso reducido aun cuando el panel tiene 14 pulgadas de diagonal (formato 16:9) y cuando además los citados marcos de pantalla, sin ser enormes, sí son bastante decentes.
EL diseño del teclado y el touchpad es también discreto y elegante: las teclas mantienen el color negro de fondo y están marcadas en dorado, y la disposición es estupenda, con una tecla Enter de generosas dimensiones.
Solo encontramos quizás dos pequeñas pegas: la tecla de encendido está en la esquina superior derecha de ese teclado y algunos podrían confundirla con la Supr en esos primeros momentos (a nosotros nos ha pasado), y las teclas de desplazamiento del cursor no cuentan con un tamaño tan generoso y además es en ellas donde encontramos los controles de brillo y volumen como alternativa al pulsar la tecla Fn, una opción curiosa que saca esos controles de las tradicionales teclas de función de la parte superior.
El teclado cuenta además con retroiluminación (solo dos modos, encendido y apagado), mientras que el touchpad es notable en sus dimensiones. A su derecha, casi en el lateral del equipo, encontramos el sensor de huella dactilar que es una opción bienvenida en estos equipos como herramienta de autenticación.
El lateral derecho es el protagonista en el terreno de los puertos de conexión: tenemos un puerto USB-C (USB 3.1, nada de Thunderbolt 3, lástima), dos puertos USB 3.0, un puerto HDMI y el conector de carga. En el lateral izquierdo tan solo encontramos el cierre Kensington, la toma de auriculares y un par de LEDs de estado.
Rendimiento: este ultraportátil no ganará ninguna carrera
Como indicábamos anteriormente, el peso del equipo es probablemente el absoluto foco de un equipo que sorprende por esa ligereza pero que desde luego no nos sorprenderá en rendimiento. El hardware es el que es, y sus prestaciones van acordes a esa hoja de especificaciones.
Huawei MateBook X (Core i5-7200U | Lenovo Yoga 900 (Core i7-6500U) | Acer Swift 5 (Core i5-8250U | Samsung Galaxy Book (Core i5-7200U) | |
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PCmark Home | 3.135 | 2.841 | 3.400 | 3.160 |
PCmark Creative | 4.024 | 3.722 | 4.553 | 3.962 |
3DMark Cloud Gate | 5.508 | 5.472 | 5.381 | 4.962 |
3DMark Ice Storm | 50.708 | 60.246 | 54.057 | 50.491 |
Así lo demuestran las pruebas de rendimiento del Acer Swift 5, que arrojan cifras que se aproximan a las de otros ultraportátiles como el Huawei MateBook X, sensiblemente más fino (12,5 mm frente a los 14,9 mm del Swift 5) pero algo más capaz en las pruebas de rendimiento gráfico.
Sorprende un poco que los nuevos Intel Core i5-8250U no den más alegrías en ese apartado, y aquí parece evidente que en Acer han preferido asegurar en el ámbito de la refrigeración para no pasar de vueltas a un equipo que aún así cuenta con unas prestaciones muy decentes.
Decepciona, eso sí, la ausencia de una unidad SSD con soporte NVMe, algo que hubiera dado algo más de alegría a esos resultados y a la experiencia de usuario general, que no obstante es buena con el equipo de Acer.
Aún así los resultados en CrystalDiskMark revelan unos 525/437 MBps en lectura y escritura respectivamente que sin ser deslumbrantes sí aseguran que podemos contar con un buen compañero de viaje en ese apartado. Los resultados en otras pruebas como GeekBench 4 (2.558 / 7.334 puntos en single y multi-core, respectivamente) vuelven a confirmar lo que ya presentíamos al conocer sus especificaciones: pocas carreras ganará este equipo, que ciertamente no es el ideal para tareas pesadas y exigentes en potencia de cálculo.
Así es trabajar con un equipo de menos de 1 kg
Si nos queda claro que en potencia no podemos esperar nada especial, estamos ante un ultraportátil que desde luego defiende la portabilidad a capa y espada. Contar con un equipo de 14 pulgadas con este peso es fantástico, sobre todo para trabajadores móviles que necesiten trasladar el equipo de un lado a otro sin que eso suponga una carga pesada.
Y eso es lo que es precisamente trabajar con el Acer Swift 5, que desde el primer momento nos deja boquiabiertos con ese peso. Casi da la sensación de que no hubiera nada “dentro” del equipo de lo ligero que es. Pero lo hay, ciertamente, y el resultado es de lo más interesante.
Lo es por ejemplo por el teclado, muy correcto en casi todo. Quizás con menos recorrido en teclas del que nos gustaría, mientras que la retroiluminación es de contorno de las teclas, algo que no favorece la combinación elegida de dorado sobre negro en ese teclado.
Aún así no nos ha costado nada acostumbrarnos a este teclado, que cuenta como decíamos con una distribución curiosa en la que las teclas de función tienen asignadas algunas funciones adicionales si pulsamos la tecla Fn, pero no todas: de hecho cuatro de esas teclas quedan “huérfanas” de funciones auxiliares, y parece lógico pensar que controlar brillo y volumen desde ellas hubiera sido lo normal. Son no obstante pequeñeces para unas decisiones de diseño a las que uno se acostumbra enseguida.
La inclusión de la pantalla táctil es también interesante. Se puede abatir 180 grados, pero no más, no estamos ante un convertible, y aunque es cierto que alargar la mano y “tocarlo todo” puede ser útil en según qué ocasiones, en nuestras pruebas y uso han sido pocas las ocasiones en las que hemos aprovechado esa opción, que se sitúa como ayuda de un touchpad con buena respuesta y soporte de gestos completa para Windows 10. Atrás quedaron los tiempos en los que los trackpad de los MacBook eran infinitamente superiores a los de portátiles basados en Windows.
La pantalla de 14 pulgadas y formato 16:9 ayuda en sesiones de trabajo en las que tenemos dos ventanas enfrentadas (algo muy útil en mi opinión personal), y es de agradecer que no todos los fabricantes apuesten por un formato 3:2 que se está imponiendo en tablets convertibles y también en algunos portátiles.
Esa pantalla tiene acabado brillo, algo estupendo por la vivacidad de todos los elementos en pantalla pero que también provoca más reflejos de lo normal si trabajamos en exteriores y la pantalla está orientada de forma desafortunada.
Es entonces cuando echaremos de menos una buena pantalla mate, aunque la resolución, brillo, contraste y color de la del Acer Swift son desde luego muy correctos, con buenos ángulos de visión y un comportamiento estupendo en interiores.
Esa pantalla se comporta también de forma más que adecuada al disfrutar de contenidos de vídeo: los altavoces estéreo correctos pero que a pesar de su soporte de Dolby Audio se comportaron de forma algo decepcionante, algo bajos de potencia y sin matices apenas en los bajos. Una vez más el diseño se impone sobre la función, y algo que como el sonido necesita de espacio (o más bien, de volumen) para brillar no logra hacerlo en el Swift 5.
La webcam tampoco destaca en este equipo, y hubiera sido interesante contar al menos con reconocimiento facial en el equipo, pero al menos sí contamos con un reconocimiento de huella que se comportó de forma perfecta en nuestras pruebas. La inclusión de este tipo de elementos es realmente bienvenida a la hora de autenticarnos fácil y rápidamente en nuestro equipo, y esperamos que esta tendencia se asiente (como así parece) en el mercado en los próximos meses.
En materia de ruido nos encontraremos con un equipo silencioso en casi todos los ámbitos: solo al exigirle demasiado en pruebas de estrés se activa el ventilador para mantener las temperaturas a raya, y aquí aunque nos gustaría contar con un diseño fanless (el procesador con un TDP de 15 W casi invita a ello) tendremos que seguir conviviendo con un sistema de refrigeración tradicional.
La refrigeración no parece en cualquier caso el fuerte de este equipo, algo que queda demostrado con unas pruebas de rendimiento en las que el procesador, sobre todo en el apartado gráfico, no ha podido mostrar de lo que es capaz de forma sostenida. El famoso ‘thermal throttling’ (ajustar la velocidad del procesador según la temperatura del mismo) entra en acción perjudicando una experiencia de uso algo condenada por la ligereza.
Llegados a este punto, toca hablar de la batería, que a pesar de su baja capacidad (el modelo anterior tenía 54 Wh frente a los 34 Wh de este modelo) no se comporta tan mal como hubiera cabido esperar. En nuestras pruebas con varias jornadas de trabajo normal (navegación con diversas pestañas, música de fondo, reproducción de vídeos y también apertura ocasional de aplicaciones diversas) el equipo aguantó algo más de 5 horas con la WiFi activada y el brillo a nivel medio.
Es una cifra decente, pero que lógicamente se queda corta para quien busque más garantías en este apartado. El sorprendente peso de este equipo vuelve a imponer otra limitación, esta quizás la más importante para muchos usuarios. La carga con el adaptador de 45 W (19 V, 2,37 A) se completa en algo menos de dos horas.
Acer Swift 5, la opinión y nota de Consultores-TIC
Es evidente que si uno busca una portabilidad extrema debe hacer ciertos sacrificios, y eso es lo que ocurre con el Acer Swift 5, que descuida la potencia o la autonomía de la batería en pos de lograr ese grial de los ultraportátiles por debajo de 1 kg.
El resultado de esos compromisos no es en absoluto malo, pero hay que tener en cuenta que si buscamos un portátil con el que poder trabajar a gusto incluso con cargas algo más intensas el Swift 5 sufrirá un poco.
Sin embargo para sesiones de trabajo ligeras este equipo se comporta de forma perfecta, y de hecho es en esas sesiones y en el día a día si necesitamos transportarlo mucho en donde el equipo se convierte en una opción perfecta para profesionales ‘viajeros’. Este equipo no molestará nada en la maleta o mochila, y aunque puede quedarse algo corto como equipo principal, sí tiene todas las papeletas para convertirse en un buen aliado para esos escenarios.
A todo eso contribuye otro elemento importante, su precio. Contar con estas especificaciones pero sobre todo con ese diseño y peso por debajo de los 1.000 euros era hasta hace poco una utopía, pero el Acer Swift 5 se puede conseguir por 879 euros en diversos comercios y eso hace que se trate de una propuesta especialmente interesante para todos los públicos, y no solo ya para aquellos que buscan portabilidad por encima de todas las cosas.
8
8,5
A favor
- Es increíblemente ligero
- Diseño elegante y compacto para un equipo de 14 pulgadas
- Buen comportamiento del teclado y el trackpad
- Precio notable para un ultraportátil de este tipo
En contra
- El rendimiento, sobre todo a nivel gráfico, es algo decepcionante
- La pantalla brillo puede traicionar en exteriores
- Los altavoces son mejorables a pesar de su soporte de Dolby Audio
- La batería es decente, pero se ve comprometida por el propio diseño y peso del equipo
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Acer. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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